miércoles, 26 de marzo de 2008

Sueños húmedos

Fuente: adn.

Los estudios sexológicos revelan que las mujeres tienen más sueños eróticos que los hombres y que, mientras ellas sueñan con conocidos, ellos lo hacen con desconocidas.

Freud, que era un auténtico obseso sexual, decía que, en el fondo, todos los sueños son eróticos. Pero las encuestas, que son mucho más prosaicas y menos abstractas, revelan que sólo un 1% de nuestras experiencias oníricas están directamente relacionadas con el sexo. Sí, son pocas, pero intensas y, a veces, tan reales que culminan con un buen orgasmo.

Si consultamos sondeos antiguos, de hace años, cuando las mujeres mentían más a este tipo de preguntas, nos encontramos con que sólo un 40% de mujeres reconocían tener sueños húmedos, frente a un 80% de hombres. Pero un estudio realizado recientemente por la doctora Verónica Tonay en la Universidad de California concluye que las mujeres tienen más sueños eróticos que los hombres, ya que el 4% de sus sueños giran en torno al sexo, sobre todo durante las fechas previas a la menstruación, la ovulación o durante el embarazo, cosa que no ha variado desde el ya antiguo informe Kinsley.

Las mujeres, que poseen una sexualidad menos genital que el hombre, también alcanzan más fácilmente el orgasmo en sueños, aunque muchas veces sin ver incrementada su lubricación vaginal. Los hombres con una vida sexual sana, sin embargo, tienen menos orgasmos en sus sueños eróticos, siendo las llamadas “poluciones nocturnas” más propias de la adolescencia o de la tercera edad, sobre todo si no hay mucha actividad sexual. En cualquier caso, en las eyaculaciones durmientes, el varón pierde menos semen que cuando practica sexo de forma “intencionada”.

Coitos oníricos

El perfil de la durmiente erótica media es el de una mujer que tiene una vida sexual tirando a aburrida o incluso inexistente, y digamos que se “desmelena” en sueños, donde caen las barreras psicológicas impuestas por la educación y manda el inconsciente. Las mujeres suelen soñar con personas reales, amigos o conocidos que tratan en la vida diaria, ya que la psicología femenina otorga mucho valor a las relaciones personales.

Sólo las más reprimidas sueñan con desconocidos, normalmente con situaciones de acoso sexual e incluso con violaciones, como le ocurría al personaje interpretado por Catherine Deneuve en Repulsión, sólo que en ocasiones el rechazo se transforma en atracción y la cosa acaba en orgasmo: no en vano, una de las fantasías femeninas clásicas (y también más inconfesables) es la de ser forzada sexualmente. Asimismo, hay mujeres que tienen pesadillas sexuales ultraviolentas en las que liberan las tensiones de su cotidianeidad.

En cuanto a los hombres, mucho más básicos y directos, sueñan más con desconocidas, con situaciones morbosas, con mujeres desinhibidas que se transforman en sus esclavas y cumplen todos sus deseos carnales. O al menos eso es lo que sostiene Gayle Delaney (fundadora del Instituto Internacional para el Estudio de los Sueños) en su libro Sensual dreaming. De sus conclusiones se deduce que, cuanto más sumiso o calzonazos es un hombre en la vida real, más salvajes son sus visiones oníricas, en las que aparecerá dominando a un harén de mujeres que viven por y para sus caprichos.

Algunos sueños húmedos muy comunes, tanto en hombres como en mujeres son los siguientes: soñar que se practica sexo oral o anal (sobre todo cuando no se hace en la realidad), sueños homosexuales o bisexuales, sueños con tríos ou orgías, sueños en los que se hace el amor con personas “prohibidas” (como familiares, jefes o enemigos), sueños en los que se asiste a coitos ajenos o sueños en los que se copula con personajes famosos, independientemente de que se sienta o no admiración por ellos. Algunas mujeres también suelen soñar que tienen pene, pero eso es otra historia…

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