sábado, 29 de diciembre de 2007

Vinculo entre una hormona cerebral y los efectos psicologicos del aislamiento social

Fuente: Electrónica Facil.

En un estudio realizado en ratones por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Illinois en Chicago, se ha inferido que la ansiedad y la agresividad que resultan del aislamiento social están relacionadas con niveles alterados de una enzima que controla la producción de una hormona cerebral.


(NC&T) "Usamos este modelo animal para el estrés humano porque el aislamiento social, tanto en animales como en humanos, puede ser responsable de toda una gama de efectos psicológicos, incluyendo la ansiedad, la agresividad, y el deterioro de la memoria", explica el Dr. Erminio Costa, director del Instituto Psiquiátrico de la citada universidad, profesor de bioquímica y uno de los autores del estudio.

Investigaciones previas habían sugerido que las vías neuronales que están detrás de la agresividad, la ansiedad y el miedo, incluyen la activación de tipos específicos de circuitería neuronal que desembocan en una región cerebral crucial para tales sensaciones, la amígdala.

Los investigadores buscaron en estos tipos de neuronas cambios en los niveles de dos enzimas requeridas para la producción de alopregnanolona, una hormona cerebral que actúa reduciendo el estrés a través de la regulación del crucial neurotransmisor GABA. Encontraron que el nivel de una de las enzimas, llamada 5-alfa-reductasa tipo I, se redujo en alrededor de un 50 por ciento en los ratones solitarios. Los niveles de las otras enzimas no cambiaron.

Los investigadores sugieren que la disminución de la 5-alfa-reductasa tipo I y la reducción consecuente de la hormona podrían dañar la función de los circuitos que desembocan en la amígdala y explicar el comportamiento agresivo, tal vez relacionado con la ansiedad, en ratones socialmente aislados.

"Los humanos respondemos a una tensión similar de maneras muy parecidas", explica el Dr. Alessandro Guidotti, director científico de la universidad y profesor de bioquímica en psiquiatría. "Identificando el mecanismo podríamos también identificar fármacos capaces de tratar estos efectos del estrés".

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